En el año 1894, en pleno corazón del centro porteño se funda este tradicional café sobre la Avenida de Mayo, impregnando sus líneas con el gusto de fines del siglo XIX y fuertemente influenciado por la colectividad hispana.
La edificación, es obra de los arquitectos Colmegna y Tiphaine, los cuales diseñaron varios sectores que responden a un propósito determinado, representado por el sector del subsuelo, donde se arman juegos de billar, pool, y alguna que otra mano de naipes, dados y dominó se apoderaron del lugar en tiempos de antaño marcando un territorio mayoritariamente de hombres. Contribuye a toda esta ambientación tradicionalista sus mesas de madera y grandes ventanales a la calle y, especialmente la íntima relación del café con el juego.
Por sus mesas pasaron notables escritores, como Federico García Lorca -que tenía como residencia el cercano Hotel Castelar-, o argentinos como Abelardo Arias. Periodistas como Miguel Ángel Bavio Esquiú o Timo Zorraquín.
Reconocido por sus valores, ha recibido numerosas distinciones Entre ellas la otorgada en 1987 por el Museo de la Ciudad y el Arq. José María Peña, quien reconoce a "Los 36 Billares" como Testimonio vivo de la Memoria Ciudadana, por haberse mantenido hasta el presente conservando su carácter y decoración original; en 1993 la Comisión del Centenario de la Avenida de Mayo homenajeó a este café por su presencia en esa histórica avenida; en 1999 la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires invitó a Los 36 Billares a participar del encuentro "Derecho a la memoria, organizado por dicha Comisión"; también fue reconocido por la Comisión para la Protección y Promoción de Cafés, Bares, Billares y Confiterías Notables que depende de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y tiene por objeto rescatar, salvaguardar y dar a conocer establecimiento que por características identifican a Buenos Aires y su cultura.